Poema a dos.
Muero cada día
cuando te alejas,
resucito cada día
en tu boca.
Dulces besos en mis labios,
antídotos que curan
mi alma envenenada.
Veo en tus ojos negros
el reflejo de mi rostro
cuando se acerca al tuyo,
esperando el contacto
de tu piel morena.
¿Quién puede hablar de amor,
sin conocer tus abrazos?
Siento la paz
adormecido en tus encantos,
olvido lentamente
el oscuro pasado
que tu luz despierta.
Acurrucado en tus senos
mi voz dice te amo,
mientras tus dedos
recorren lentamente mi cuerpo,
calmando la ansiedad
que me produce tu ausencia.
23
No hay comentarios:
Publicar un comentario