domingo, 21 de abril de 2013

Viajando.




Levanto mi cuerpo,

temprano,
de noche,

con la mente llena de camino.


Sin frío la calle duerme,
la luna se va marchando,
despacio va cayendo

en un sueño dorado.


Se despierta el día

tapado de nubes,

alba silenciosa,

en una mañana gris,

aroma a tierra mojada.


Mis manos gritan

mientras se agarrotan,

en el dolor del tiempo.


Los árboles

visten sus ropajes verdes,

en la ladera del río,

sediento y moribundo.


La montaña majestuosa,

recortada a dentelladas,

emerge de la espesa niebla.

intentando alcanzar

el universo.


Pueblos salpicados

de antiguas casas,

entre bosques y sembrados,

imperturbables descansan.


Termina el viaje,

entre colinas nevadas,

mi alma respira

y piensa en el paraíso.


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