Cáncer.
En la soledad
de la cama,
un presente que se escapa
cáncer maldito,
un futuro inexistente
duerme, duerme
con caricias de morfina.
Flotando en el éter
entre la paz del silencio,
solo roto por el viento,
que a veces
tímidamente llega
y no se nota.
Vuela en sueños,
con una rosa en la mano,
asida firmemente
y en la otra
la esperanza .
Suspira , retoza
y confiado goza,
viene ,va
bañado de cielo,
inundado de sol,
rayos cálidos,
invisibles.
Bajan las nubes
jugueteando,
con su flor negra
nadando entre ellas,
no hay dolor
en su cuerpo.
Un riachuelo atraviesa
su existencia,
en la orilla
esperándole sereno,
el barquero,
llega la hora.
Escuchando su aliento,
se deja llevar,
viviendo el momento
aunque no sea realidad,
quizás por ello,
el adiós es perfecto.
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