Bodas de plata.
De
plata se vistieron
los
días y las noches,
convertidas
en años
sufrimientos
y penas,
recubiertas
de
nuestras alegrías.
De
tu rostro escondido,
entre las luces de neón
y
ese velo,
en
aquel carnaval
que
tanto recuerdo.
Soy
tuyo,
desde
que tus ojos
me
miraron,
desde
que tu mano
se
unió a la mía
y
nuestro camino
se
hizo uno.
Tengo
el pensamiento
dormido
en aquellos tiempos,
cuando
la incomprensión
nos
hizo cambiar el destino.
Tú
y yo surcando el cielo,
hacia
lo desconocido,
dichoso
a tu lado
temeroso
y valiente contigo.
La
desesperación de la distancia,
la
nueva vida,
la
madurez de nuestra historia,
otras
tierras nos acogen.
Camas
vacías,
nuestra
pequeña
tan
inocente,
tan
indefensa,
un
trozo de nosotros
en
esta vida.
Malos
trabajos,
el
dinero que no llega.
Siempre
esperando
a
tener tus labios.
La
soledad,
revolviendo
la existencia,
te
amo,
nuestro
niño,
la
infancia dulce,
la
adolescencia difícil,
el
presente lleno de dudas.
Solo
deseo seguir a tu lado,
con
tus brazos rodeando
mi
cuerpo,
escuchando
de tu boca
te
quiero.
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