Dormido.
Difusas imágenes
mi mente idea,
en el letargo,
de mi ser dormido.
Veo tus ojos negros
que solos vuelan,
con alas verdes
en un cielo nítido.
Tus labios encarnados
se aproximan a los míos
y se alejan vergonzosos
clonados en el espacio.
Descansa tu cuerpo
suspendido en el aire,
desposeído de tabúes
vestido de pasiones.
Levita silenciosa
la carta de un trébol,
presagiando mi suerte
bendiciendo mi destino.
Un lago irritado
levanta olas de fuego,
forjando mi aureola
envuelta en llamas.
La luz resplandece
cuando sacio tu deseo,
aplacando el mío
con exquisitos sabores.
Llegando el alba
el día me despierta,
en esta realidad
que se hace insoportable.
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