Casada.
Tres veces
dijiste te quiero,
el día que me dejaste.
Una a la orilla del río,
con la corriente cantando,
mientras tus labios y los míos,
ardientes se deseaban.
Otra fue en el camino,
entre los olivos verdes,
cuando mis manos cogiste,
y a tu corazón las llevaste.
La tercera en tu casa,
en la ventana asomada,
entre rojos claveles
que tus ojos reflejaban.
Tu mano decía adiós,
entendí que hasta mañana,
pero tú no eras libre
tu marido te esperaba.
Ya no te pude ver,
partiste de madrugada,
te llevaste mi querer,
mi ilusión quedó ahogada.
64
No hay comentarios:
Publicar un comentario