La tarde tranquila,
llena de paz mis sentidos
una sonrisa en mis labios,
la vida es bella.
Sentado frente al mundo,
veo pasar el tiempo
desde mi ventana,
la gente camina indiferente.
Me siento distante
la soledad me atrapa,
mi efímera alegría
se desmorona,
se torna tristeza.
La melancolía me invade
estoy
desamparado,
frágil muy débil.
Mis ojos se inundan
las lágrimas fluyen,
flaquean mis pocas fuerzas.
No puedo luchar
la impotencia me debilita.
Sin consuelo,
mi mal me aturde,
veo sombras,
no temo al miedo.
Mi ánimo abatido
es síntoma de mi dolor,
no tengo ganas de soñar,
me molesta el pensamiento.
Pasan las horas
con la cara empapada,
amargura de existencia,
suspiros,
no tengo ganas de nada.
Desesperanza
me has atrapado,
estoy agotado,
no puedo ni escribir
estas palabras…
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