Contemplo tus ojos
mientras se esfuma mi vida,
las fuerzas me abandonan,
apagando mi ánimo.
Pequeña estrella
te alejas,
extinguiéndote lentamente,
deliro,
¿dónde está tu mano?
Atosigado por mi pensamiento,
las últimas horas se escapan,
entre las rendijas
de mi mente cansada.
Te amo,
queda escrito
con letras de sangre,
de la que beben tus labios,
de la que mana
de mis venas perforadas.
El frío, maldito frío
envuelve mi cuerpo,
la desolación se acerca,
te quiero conmigo.
Sueña niña,
sueña tesoro,
que nuestra historia es sueño
y la realidad una fantasía.
Tengo tus besos
tan cerca de mis mejillas,
son parte de mi recuerdo,
en este presente sin futuro.
Te deseo,
con la lascivia de un corazón
enamorado,
hoy sabrás de mí,
leyendo mis renglones.
Una lágrima
resbalando por tu mejilla,
adiós
mi cielo,
te dejo mi poema
entre estas cuatro paredes.
74
No hay comentarios:
Publicar un comentario