Caen
lentamente las hojas
rompiendo
los rayos del sol,
sobre
nuestros cuerpos unidos
en la paz de
este edén.
Los cantos
apagados de los pajarillos
anuncian la
llegada de la noche,
tus manos
aferradas a las mías
me retienen
en ti.
Se oye la
fuente,
el agua se
eleva y desciende
en un
chapoteo incesante.
Tus ojos me
desean.
Las flores
que nos rodean
desprenden
todo su aroma,
envolviéndonos
en fragancias.
Tus labios
recorren mi cuello.
La luz de
las farolas
dibujan
nuestras siluetas en el suelo,
me fundo en
tu piel,
hago
desaparecer tu ropa.
Los árboles
agitan sus ramas
aireando
nuestros besos,
en la
ardiente lujuria
que nuestras
almas desprenden.
En la noche
te poseo,
en la
oscuridad me seduces,
soy tuyo y
tú mía,
rompemos el
silencio.
42
No hay comentarios:
Publicar un comentario