sábado, 1 de junio de 2013

T

Vampiro.





Una calavera

me mira,

callada,

siempre callada,

en la cálida chimenea,

entre candelabros brillantes.

Sus velas rojas

danzan al unísono,

la  música brota

de mi antiguo piano.


¿Llueve?,

La bella luna

sonríe,

velando el universo.

Un lobo aúlla

buscando a su amada,

recortada su figura

en el horizonte .


El lago ennegrecido,

ahí fuera dormita,

rodeando

mi eterno cautiverio.


Madre noche,

tu abrazo me arropa.


Nadie llega a esta morada

y solo me sustento

de la fuente sangrante,

que los mortales

en su crueldad crearon.

No muero,

no vivo.


Una daga plateada

descansa en el arcón

esperándome,

lleva mi nombre

escrito.

Condenado a la soledad

o al suicidio.


Se acerca el alba,

llega el sufrimiento,

la luz va entrando

entre las rendijas

de las paredes.


Cierro el féretro

que me protege,

y consolándome

mientras me duermo,

pienso en mi pequeño mundo.




97

No hay comentarios: