Del infierno al paraíso.
Condenado en el infierno
abatido, arrinconado,
ignorado sentía,
como se escapaba el tiempo,
empapado en sufrimiento,
sin interés por mi vida.
Recurriendo al pasado,
mi cerebro cansado,
no encontraba alicientes,
vacío por dentro,
en el espejo marchito,
decrépito.
Renegando de mi existencia,
amontonando esperanzas
que es lo último que se pierde,
según dicen,
febril mi estado,
en mi cuerpo dolorido,
machacante el sonido,
de la soledad en mi cabeza.
Entre la niebla de mi presente
una mano tendida,
¿queda aún camino?
te adivino figura etérea,
sueño despierto,
un nuevo comienzo
se me brinda.
Un soplo de tus labios,
renazco de mis cenizas,
la sangre fluye,
respiro,
regresa mi alma perdida,
te sigo.
Cada mañana una caricia,
tu aliento al borde del mio,
llena mi boca,
de tus besos queda.
Te siento, te deseo,
fantaseo entre tus brazos,
descubriendo, disfrutando,
sometidos, al placer
que nos ofrecemos.
Las lágrimas se han terminado,
del ayer un frío recuerdo,
el suplicio se torna alegría,
a tu lado.
Aprovecho cada día.
como si fuera el último,
hasta la eternidad,
espero.
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